El domingo 26 de febrero, disfrutamos de una ruta espectacular con subida al pico del Gigante ( Lorca, 1493 metros) y al pico de La Muela de Montalviche (Vélez Blanco, 1554 metros). Fueron 7 horas en total contando con dos paradas en ambas cumbres, en los que disfrutamos de esta maravilla de monte que forman la sierra del Gigante y el parque natural Sierra María Los Vélez.
Pico del Gigante
Tuvimos que darnos un buen madrugón, ya que a las 6:30 horas salíamos Ana, Cobas, Perico y yo (Miguel Angel) en dos vehículos hacia Vélez Blanco, para dejar uno de ellos a las faldas de La Muela. A las 7:40 h estábamos ya recogiendo a Mellinas, a medio camino hacia el Gigante y a las 8:00 h en punto de la mañana, nos hacíamos la foto de salida que daba comienzo a la ruta.
Empezamos la subida hacia el Gigante por una senda muy bien marcada, al principio con poco desnivel, pero al poco cambió a un desnivel importante. Aún así, fue el tramo (quitando el enlace para llegar a las faldas de La Muela) más sencillo de la ruta. Un par de fotos de la subida:
Mellinas y Perico
Selfie del grupo completo
Al acercarnos a la cumbre la senda se pierde y el terreno se complica bastante, alcanzando el punto geodésico a las 9:00 de la mañana. Unas fotos y un almuerzo junto al acantilado, contemplando como pasan los buitres a pocos metros, además de disfrutar de unas estupendas vistas mientras almorzamos.
Foto a mis compañeros desde lo alto del punto geodésico
Almuerzo desde el cortado del Gigante
Y un brindis para despedirnos de esta primera cumbre.
Una vez repuestas las fuerzas empezamos la bajada por la umbría del Gigante, una bajada algo peligrosa, ya que había mucha roca mojada y bastante resbaladiza, lo que trajo como consecuencia alguna que otra caída. Finalmente alcanzamos los llanos de Taibena, donde hicimos un pequeño atajo hasta el camino que sube en dirección a la Muela Chica. En este tramo pudimos relajarnos un poco, ya que era una pista muy buena, que seguiríamos por toda la umbría de la Muela Chica, hasta llegar a la rambla que se adentra hacia la Muela de Montalviche.
Sobre las 11:30 de la mañana cogíamos una rambla con tramos de camino, para llegar a un punto en el que el camino se acababa y ya el recorrido no estaba demasiado claro, teniendo que seguir primero por un pequeño barranco, buscando los hitos que nos indicaban que íbamos por el lugar correcto. Finalizado el tramo de barranco, continuamos ascendiendo siempre en dirección Vélez Blanco, hasta llegar al tramo rocoso (las escaleras, le llamamos nosotros) donde empieza la subida más dura. Para complicarlo un poco más decidimos buscar otro acceso, que finalmente tras mucho trabajo tuvimos que desestimar, eso sí, encontramos un refugio muy chulo con un donut incluido, que de otra forma no hubiésemos visto. Para algunos mereció la pena, para otros no jajajajaja, en cualquier caso "la ignorancia es osada" como dice Ana!!
Primeros metros de rambla
Buen mojón encontramos
Las escaleras
Subida complicada
Cobas explorando nuevo acceso
Mellinas en el refugio del donut
Contemplando las vistas desde el refugio
Sobre las 13:00, después de comprobar que no podíamos seguir por ese "acceso", tuvimos que bajar un poco, muy lentamente ya que el desnivel era muy grande y la zona estaba complicada, para coger el acceso habitual hacia la cumbre, que tras muchos esfuerzos alcanzaríasmos a las 13:45 horas. Unas fotos, un bocata, dulce y café milagroso junto al acantilado de La Muela, para coger ánimos para la bajada.
¿Un café?
Contemplando la cumbre
Paredes verticales
Cobas y Miguel Angel a escasos metros del hito que marca la cumbre
Sobre las 14:10 empezamos la bajada de La Muela, al principio muy buena, pasamos por el hito de la anterior subida que hicimos en 2015 (las tres cumbres), pero se complicó muchísimo cuando llegamos más abajo, con un terreno lleno de piedras sueltas y de gran desnivel, que nos hizo la bajada muy pesada, para mí el tramo más complicado de la ruta.
Nuestro mojón
Caminante no hay camino, se hace camino al andar....
A las tres de la tarde llegábamos al camino donde habíamos dejado el coche, dejando atrás una buenísima mañana, en la que disfrutamos de naturaleza, ejercicio y sobre todo, de amigos. Pero aún nos quedo tiempo de un último esfuerzo, empujando a un coche que se había quedado en mitad del camino y no arrancaba jejeje.
Nos despedimos de esta sierra hasta la próxima (que amenaza con ser pronto, añadiéndole la subida al Maimón), con la foto de Cobas en el pico de La Muela.